Abrir espacios para que los niños accedan al lenguaje escrito no quiere decir que la atención y el esfuerzo deban centrarse siempre en que los niños descifren el código alfabético. -¿Por qué? -Porque es una tarea monótona y sin sentido que no permite que los niños se enfrenten a la complejidad del lenguaje escrito y lo conozcan como realmente aparece en la vida social en el marco de situaciones de comunicación que justifican su uso. Además, la enseñanza de la escritura como un acto mecánico desconoce los procesos de construcción de los niños frente a un objeto que rodea su realidad, el lenguaje escrito, y deja de lado e invalida las conceptualizaciones de los niños en torno al mismo. Veamos los siguientes conceptos al respecto:
“En base a esta concepción de lectura y escritura, no considero leer al hecho de descifrar signos gráficos o leer las palabras de forma fraccionada porque se está rompiendo con la estructura del lenguaje y su significado. Nuestra lengua funciona como un todo y no por unidades lingüísticas separadas. Una pieza de la lengua aislada como /al/ o /ta/ no sirve para nada. «Las partes sirven para construir un todo» (Aceña, 96-97). 
” Por lo tanto, leer, escribir, hablar y escuchar, deberían ser actos tratados de forma natural como integrantes de un proceso de comunicación” (Ana Mª Corral Villacastín).
“En la escuela se está pulverizando lo más esencial. Si el niño dice /ma/- /ma/ o los fonemas aislados /s/- /o/- /l/, no está leyendo porque no hablamos así… Por lo tanto descifrar signos gráficos solamente, no es leer (Aceña, 96-97). Saber leer es comprender, juzgar".

En el marco de anteriores ideas se diseñó la Secuencia Didáctica: “Álbum de Espantos” que se enmarca en el proyecto: Colombia Tierra Deseable. La secuencia didáctica se desarrolló con el propósito de que los niños aprendieran sobre los espantos como personajes típicos de las leyendas de Colombia y a la vez escribieran sus propios textos en una situación comunicativa real. Se propuso que la escritura fuera desde los niveles de comprensión del sistema escrito de los niños, intentando desarraigar, entre otras, la idea de que debe desarrollarse un aprestamiento para que los niños luego puedan aprender a escribir. Presentándoles a los niños y padres de familia la escritura como una producción de ideas, lejos de la idea ya mencionada de la escritura como el dominio del código.